PÁGINAS INTERESANTES

jueves, 8 de noviembre de 2012

UNA SORPRESA LLAMADA CHUEQUITA.

Siempre he creído que los niños que están en contacto con animales son afortunados. Tener un animalito puede se algo muy educativo que seguro estará presente en sus juegos como el más imprescindible de los recursos. Entre las ventajas, estimula la afectividad, fomenta la responsabilidad, ayuda a la socialización y potencia la sensibilidad.
Recuerdo cuando nuestra gata llegó a casa y mis hijas no podían dejar de mirarla; eclipsó a todos los demás juguetes desde el primer momento. Desde ese día es una más que ha contribuido a su crecimiento como personas.


Esta mañana, Chuequita nos visitó en la Escuela Infantil y como no podía ser de otro modo, fue la estrella indiscutible. No sólo los niños y niñas estaban sorprendidos, los papás, también. -¡Anda! si es un gato de verdad, dijo alguien.
Las respuestas de los niños y niñas fueron diversas; algunos querían cogerla, tocarla, acariciarla, otros mantenían la distancia y alguna tuvo miedo y se asustó un poco al principio.

Los bebés que estaban interesadísimos, mirando sin pestañear sus movimientos tras la pelota, tocaban las palmas manifestando su alegría, y hasta ¡le tiraron de los pelos!

En la clase de los pollitos (1 a 2 años) la gatita estuvo a sus anchas y los niños y niñas disfrutaron de "tener gato" un ratito: acariciarla, darle de comer, observar sus patas, el tacto de su pelo, observar cómo mueve las orejas, como salta, en definitiva, jugar, jugar y jugar.
En la clase de las jirafas, el recibimiento fue apoteósico: 15 niños y niñas de 2 a 3 años y un gatito, ¿podéis imaginarlo? ¡Sin duda, resultó un día muy emocionante!
 
 

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