EL CONTROL DE ASISTENCIA " AL ESTILO JIRAFAS"

En la clase de las jirafas los niños y niñas ya se conocen; no obstante, la identificación en una fotografía, ya sea la propia o la de un compañero o compañera del aula, no siempre es fácil. Y a esta tarea dedicamos un tiempo cada mañana.

En primer lugar nos saludamos porque nos alegramos de encontrarnos nuevamente. En segundo lugar, hacemos el control de asistencia.
-¡Me toca a mí!
- Yo, yo, yo quiero.
- A Sara ya le tocó ayer,.....
- Mí, mí, mí....
Cada uno a su manera reclama el protagonismo de ser el encargado o encargada de las fotos. Yolanda y Vane serenan los ánimos porque saben que es en un ambiente tranquilo y que favorezca el diálogo donde se pueden desarrollar muchos buenos hábitos: la participación, el respeto hacia las tareas del otro,...
-Hoy le toca a Yolanda. Una a una, Vane le va entregando las fotos a la niña al tiempo que le pregunta: ¿Quién está en esta foto?, ¿vino hoy a clase?
Todos se anticipan en su respuesta. A veces se oye un: soy yo, estoy aquí.
Así las fotos van pasando a las manitas de cada niño, de cada niña hasta que cada quien tiene la suya; si no han venido a clase se impone la charla y la reflexión sobre el porqué: ¿estará enfermo, estará  enferma?

El diálogo fluye solo permitiéndonos ampliar vocabulario , mejorar la dicción y fomentar el respeto hacia quien está hablando y el tiempo de espera por el turno de palabra. En la clase de las jirafas, cualquier situación es  potencialmente educativa.

DEL MAÍZ... AL PLATO

Esta semana tuve la suerte de poder estar con "las jirafas". Ellos y ellas son grandes, los más grandes de la escuela infantil por eso tienen entre 2 y 3 años. Como en Asturias se cultiva maíz, nos pareció buena idea conocer el proceso de transformación de este cereal. Para esto, Yoli, trajo panoyas de maíz y organizamos una "esfoyaza escolar" quitando las hojas al tiempo que hablamos y cantamos canciones del otoño. A continuación empezamos a desgranar, una tarea que resultó muy interesante para nuestras jirafas aunque tuvo sus complicaciones y el suelo de la clase quedó sembrado de granos. Al día siguiente intentamos moler el grano utilizando un molinillo de café. El objetivo fue que los niños y niñas establecieran una relación entre el cereal y la harina resultante.

Y al día siguiente,....el más difícil todavía: elaborar tortas utilizando harina de maíz. Para simplificar esta tarea decidimos comprar harina precocida. Trabajamos en dos grupos, pero de manera individual, es decir, cada niño, cada niña con un cuenco para amasar. Primero, la harina; después, un poco de sal y un pellizco de azúcar y finalmente, el agua necesaria para conseguir la consistencia de una masa blandita que no se pegase a los dedos. ¡Qué concentración!

.......................................................................... - Yoli, se cae. - Yoli, agua a mí. - Vane, echa, .... Y muchos otros comentarios a media lengua de esos que sólo entienden quienes comparten el día a día. - Yoli, yo quiero. Sí, con la ayuda de Isolina, conseguimos hacer el tentempié del día. Y tomamos tortitas de maíz al estilo "escuelina". ¡Para repetir!

Más información en: http://web.educastur.princast.es/cp/poetajua/asturias/agricultura.htm

PARA LOS BEBÉS, TAMBIÉN ES OTOÑO

Aunque pasan bastante tiempo durmiendo, el otoño está presente en la vigilia, y las educadoras les facilitan su percepción con todos los sentidos: el sonido de las hojas que se rompen, el sabor de las manzanas, el tacto de las bellotas, de las ramas secas, los colores característicos de los frutos que llevan a clase, y ¿cómo no? los olores de los frutos de otoño. Se ríen, balbucean, se asombran, mueven sus manitas sorprendidos, sorprendidas ante tantas novedades, en resumen, nos hacen saber con sus múltiples lenguajes, que les gusta que el otoño entre en nuestra clase.

DESCUBRIENDO LA MIEL

Cada día en nuestra clase pasan cosas maravillosas. Hoy, por ejemplo, los niños y niñas han descubierto la miel. Para empezar por el principio contaré que con sus mandilones estaban guapos, guapos y dispuestos a embadurnarse. El taller comenzó con todos y todas sentados alrededor de las mesas y con una porción de miel al alcance de la mano de modo que pudieran ejercer la libertad de mirar, oler, tocar, coger, pringar, comer,....Y así fue, mientras que unos se conformaban con mirar, a otras les faltó el tiempo para meter su dedito y llevarlo a la boca. ¿Sus caras?: sonrisas, alegría, extrañeza, sorpresa, llanto, enfado,.. de todo un poco. Lo que sí es cierto es que se lo pasaron bomba. Y nosotras también.

OTOÑO, ¡ES OTOÑO!

Recuerdo ahora la película de "Pulgarcita" y sus canciones. La expersión "otoño, es otoño", que mis hijas pronunciaban a media lengua me trae a la cabeza tantos buenos momentos... En estos días de principios del otoño, nuestra clase se llena de canciones y de colores que nos lo evidencian. Quiero recordar algunas que me gustan mucho.